viernes, 6 de noviembre de 2015

Labrador


La historia del perro labrador:
A pesar de su nombre, que hace alusión a la provincia canadiense de Newfoundland y Labrador, la Federación Cinológica Internacional (FCI) reconoce el origen del labrador retriever en Gran Bretaña.
Sin embargo, la historia de esta popular raza sí está relacionada con la isla de Newfoundland y, más exactamente con la ciudad canadiense de San Juan (Saint John).
Es probable que el perro de San Juan (Saint John's dog), ancestro directo del labrador retriever, haya sido descendiente de perros de agua británicos. Estos perros de agua habrían sido llevados a la isla de Newfoundland por pescadores ingleses.
En la isla, se habría desarrollado el perro de San Juan, que era utilizado por los pescadores para ayudar en las actividades pesqueras, arrastrando hasta la orilla líneas de redes de pesca.
Estos perros, por tanto, debían ser resistentes, trabajadores y buenos nadadores. Además necesitaban tener un pelaje denso que los protegiese de las gélidas aguas del norte y colas gruesas que sirvieran como timón.
La variedad más pequeña de los perros de San Juan habría dado origen a diferentes razas de perros cobradores (retriever), entre las que se encuentra el perro labrador retriever.
A mediados del siglo XIX, algunos perros de San Juan fueron exportados a Inglaterra, donde fueron empleados por un puñado de criadores para obtener el perro cobrador "perfecto". Fue así que, tras varias generaciones y una selección minuciosa, nació en Inglaterra el perro labrador retriever.
En las dos primeras décadas del siglo XX se establecieron en Inglaterra las bases morfológicas de la raza, tal y como la conocemos hoy en día. En esa época ya existían en Inglaterra varios retrievers registrados en el Kennel Club.
Los labradores fueron importados en Estados Unidos durante la primera guerra mundial. La segunda guerra mundial tuvo consecuencias desastrosas para esta raza, al igual que para todas las demás razas, y la crianza de perros se vio relegada a un plano menos que secundario.
Después de la segunda guerra mundial el labrador empezó a cobrar popularidad (valga el juego de palabras). Poco a poco fue demostrando sus grandes cualidades como perro de caza, pero lo que le valió la mayor popularidad fue su buen carácter sumado a su apariencia agradable.
Hoy en día el perro labrador retriever es usado para muchas actividades además de la cacería. Es uno de los perros preferidos para los grupos K-SAR (perros de búsqueda y rescate), como guía para ciegos, perro de asistencia, perro de terapia y la mascota canina más popular en todo el mundo.
El labrador retriever, o simplemente perro labrador, es un perro de tamaño mediano, con cuerpo musculoso, fuerte y compacto. Su pecho es ancho y profundo, y la espalda es recta. Este perro es ligeramente más largo que alto.
La cabeza del labrador retriever es ancha y presenta un hocico alargado y ancho. El stop es pronunciado. La raza presenta mordida en tijera, y las mandíbulas son fuertes.
Las orejas del perro labrador son medianas y cuelgan a los costados de la cabeza. Los ojos tienen una expresión vivaz e inteligente, y son de color café o castaño.
La cola, característica de esta raza, es gruesa en la base y termina en punta. Lleva un pelaje abundante que le confiere una apariencia redondeada, por lo que se la denomina "cola de nutria". Nunca debe ir curvada sobre el lomo.
El pelaje del perro labrador es corto, denso y sin ondulaciones. Esta raza tiene doble manto. El manto interior es suave e impermeable. El manto externo es más duro y ayuda a mantener la impermeabilidad.
Los colores aceptados para el labrador son el negro, chocolate y amarillo. Este último va desde el crema claro hasta tonos rojizos. Son aceptables pequeñas manchas blancas en el pecho.

Temperamento y carácter del perro Labrador:

Una de las características más notables del labrador retriever es su carácter. Debido a su apariencia amigable y su carácter excepcionalmente sociable, esta raza canina ha sido la más popular del mundo por más de una década. Además, la estabilidad de carácter de estos perros los ha convertido en grandes socios de la humanidad, colaborando como perros de rescate, perros de terapia, perros de asistencia y mucho más.
El labrador retriever es sociable, amigable, leal, inteligente y amante de la diversión. Esta raza es fácil de entrenar, por lo que resulta una buena compañía si se cuenta con el tiempo y el espacio suficiente. Sin embargo, aunque el labrador se ajusta bien a diferentes estilos de adiestramiento canino, es preferible emplear métodos positivos.
El perro labrador suele ser muy amigable con personas y con perros, pero debe ser socializado correctamente cuando aún es cachorro. Un labrador retriever correctamente socializado suele ser una excelente compañía para los niños.
Esta raza tiene mucha energía y necesita mucho ejercicio. Por esto, aunque puede adecuarse a vivir en un departamento, es necesario que reciba largos paseos y pueda jugar con otros perros.
La afición que tiene el labrador retriever por el agua es una de sus características conductuales. La raza también presenta una notable predisposición al cobro, por lo que es fácil enseñarles a traer cosas.
A pesar de sus grandes cualidades, el labrador retriever tiende a solicitar atención frecuentemente. Es importante educarlo desde cachorro para evitar problemas de búsqueda excesiva de atención y de ansiedad por separación.
Además, los labradores suelen tener una adolescencia prolongada, por lo que no son las mejores mascotas para personas que prefieren llevar una vida sedentaria. Sí son una buena opción para quienes disfrutan de actividades físicas al exterior.
Muchos labradores tienden a acercarse impetuosamente a otros perros, y esto puede causar conflictos con perros desconocidos. Sin embargo, el labrador retriever no es afecto a las peleas y normalmente las evita, aunque puede meterse en problemas por su ímpetu y energía.

Peso y altura:

Para los machos, la altura a la cruz se encuentra entre 56 y 57 centímetros. Para las hembras, la altura a la cruz se encuentra entre 54 y 56 centímetros.
El peso de los machos debe estar entre los 27 y los 34 kilogramos. El peso de las hembras debe estar entre los 25 y los 32 kilogramos.

Salud y cuidados:

El labrador retriever no presenta una tendencia alarmante a desarrollar enfermedades caninas particulares, pero su gran popularidad ha dañado en cierta medida la cría responsable de la raza. Algunas enfermedades relativamente frecuentes en esta raza son: displasia de cadera, displasia de codo, problemas de la vista y obesidad.
El perro labrador puede habituarse a vivir en un departamento pequeño si se le proporcionan los paseos y el ejercicio suficiente. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta raza es muy activa y requiere mucho ejercicio. Además, los labradores no soportan bien la soledad y necesitan mucha compañía.
Lo ideal, ya sea que el labrador viva en una casa con jardín o en un departamento, es que reciba tres paseos diarios para poder ejercitarse y socializar. El juego es muy importante para esta raza y es necesario que juegue con otros perros. De ser posible, es bueno que el labrador retriever pueda nadar de vez en cuando, ya que esta actividad está inserta en sus instintos.
El ejercicio también es necesario para que el labrador no aumente de peso. El labrador tiene predisposición a la obesidad y no es recomendable darle comida en exceso (pero tampoco hay que matarlo de hambre). No se le debe dejar lleno el recipiente de comida todo el día.
Es fácil mantener en buen estado el pelaje del labrador retriever. Basta con el cepillado frecuente, al menos una vez por semana, y el baño cuando sea necesario. Esta raza pierde pelo constantemente, por lo que el cepillado es fundamental para mantener el buen estado del pelaje y de los muebles de la casa.

PASTOR ALEMAN

La historia del pastor alemán

La historia del pastor alemán se remonta a 1890, cuando el capitán de caballería Max Emil Frederick von Stephanitz empezó a seguir su sueño de desarrollar una raza de trabajo de apariencia noble. En 1899, este capitán de caballería encontró en una exposición canina a Hektor Linkrshein, el perro que se convertiría en el fundador de la raza.
Posteriormente, y con la ayuda de Artur Meyer, von Stephanitz fundó el primer club del perro pastor alemán. Héctor fue el primer perro registrado, aunque bajo el nuevo nombre de Horand von Grafrath.
El pastor alemán cobró gran notoriedad por su desempeño en las dos guerras mundiales. Tan grande fue la impresión que causó, que incluso los ejércitos enemigos le tenían admiración.
Quizás el pastor alemán más famoso de todos los tiempos fue Rin Tin Tin, un cachorro rescatado por un cabo norteamericano después de un bombardeo. Rin Tin Tin protagonizó varias películas y catapultó al pastor alemán a la fama mundial.
Actualmente el pastor alemán es empleado en un sinfín de actividades, desde la búsqueda y rescate de personas perdidas, hasta el trabajo de perro policía. Sus cualidades como compañero no han sido ignoradas y, por eso, es uno de los perros más populares en todo el mundo.
Al observar a un perro pastor alemán, pocas personas se detienen a pensar que fue criado para conducir y proteger rebaños. La mayoría de la gente ve en el pastor alemán a un perro policía, al entrañable amigo de los niños, al compañero fiel capaz de dar la vida por su familia, al lazarillo que ve por su amigo ciego, al rescatista que arriesga su vida por personas que no conoce y al héroe canino por excelencia.
Aunque los orígenes del pastor alemán están asociados al pastoreo, esta raza ha demostrado tanta versatilidad e inteligencia que hoy en día no se la puede clasificar solamente como perro pastor. Aún cuando sigue cumpliendo funciones de pastoreo en ciertos lugares, sería más apropiado decir que el pastor alemán es un perro "todo terreno".
Además, este perro de morfología lupoide es uno de los más hermosos representantes de la especie canina. No se trata solamente de un perro que se adapta bien a diferentes trabajos, sino de una obra de arte viviente capaz de cumplir con los trabajos más exigentes y difíciles.
Su hermosa apariencia, su incomparable carácter y su gran inteligencia, han llevado al pastor alemán a ser el perro más popular de todos los tiempos.
La cabeza del pastor alemán, ancha y con forma de cuña, es su característica distintiva y la que más llama la atención. En la parte superior de la misma están implantadas las orejas de tamaño mediano, erectas y terminadas en punta, que le dan a este perro una apariencia lobuna. Los ojos, dispuestos oblicuamente en el cráneo, expresan seguridad y confianza, y deben ser del color más oscuro posible.
La poderosa dentadura, que debe ser fuerte, sana y completa (42 dientes), le permite al pastor alemán una fuerte mordida en tijera. Cuando han sido entrenados correctamente, estos perros tienen una mordida firme y segura.
El cuerpo del perro pastor alemán es más largo que alto y la línea superior es inclinada, descendiendo ligeramente desde una cruz elevada hasta una grupa que está a menor altura. El lomo es ancho y musculoso, y la grupa es larga y levemente inclinada. El pecho, que es moderadamente amplio, presenta una profundidad que oscila entre 45 y 48% de la altura a la cruz, y un esternón alargado y muy notorio.
La cola es larga, llegando al menos al corvejón cuando cuelga en reposo. Sin embargo, no debe superar la mitad del metatarso. El pastor alemán la lleva colgando cuando está en reposo, y levantada cuando está activo, pero nunca la lleva por encima de la horizontal.
El pelaje ha sido causa de polémica por mucho tiempo, ya que existen tres variedades. Sin embargo, según el estándar oficial del pastor alemán, el pelaje correcto corresponde a un manto doble con lanilla interna. El pelaje externo debe ser lo más denso posible, recto, duro y bien pegado al cuerpo. La longitud del pelo varía ligeramente en diferentes partes del cuerpo, pero el pastor alemán no es un perro de pelo largo. Aunque los genes que producen el pelo largo siguen presentes en la raza, los perros de pelo largo no son aptos para la cría.
El estándar del pastor alemán acepta varios colores para la raza. Entre estos colores se encuentran: negro sólido, negro y fuego, amarillento hasta gris claro y gris en varias tonalidades. La nariz debe ser negra. El pelaje blanco no es admitido en el estándar.

Temperamento y carácter del Pastor Alemán:

El carácter del pastor alemán es equilibrado, seguro y confiable. Al ser una raza de trabajo, el pastor alemán debe poseer firmeza de nervios y la capacidad de reaccionar con rapidez y seguridad ante amenazas.
El coraje de estos perros es legendario, lo mismo que su instinto de defensa. Es por esto que el pastor alemán es uno de los perros más solicitados para la guardia y protección, ya que tiene una predisposición natural para estas tareas.
Pero coraje y defensa no son lo mismo que agresividad y peligro. Aunque el pastor alemán tiende a ser un tanto desconfiado con los extraños, no es un perro agresivo por naturaleza. Al contrario, tiende a estar alerta pero no ataca sin razón. Por supuesto, la socialización del cachorro es fundamental para evitar problemas en el futuro, ya que ningún perro tiene el carácter asegurado solamente por sus genes.
El pastor alemán es un perro fácil de entrenar y se adapta muy bien a cualquier técnica de adiestramiento. Sin embargo, alcanza todo su potencial cuando se lo entrena aprovechando el reforzamiento positivo. Aún cuando esta raza se adapta bien a diferentes técnicas de adiestramiento canino, es recomendable priorizar el adiestramiento en positivo.
Por su versatilidad y adaptabilidad, esta raza ha podido desempeñarse exitosamente en diferentes actividades. El pastor alemán destaca como: deportista canino (particularmente en schutzhund), perro de búsqueda y rescate, perro lazarillo (guía de ciegos), perro policía y perro de asistencia para personas con necesidades especiales. También es un excelente compañero y un perro de exposición muy vistoso.

Peso y Altura:


La altura a la cruz es de 60 a 65 centímetros para los machos, y de 55 a 60 centímetros para las hembras.
El peso de los machos se encuentra entre los 30 y 40 kilogramos. El peso de las hembras se encuentra entre los 22 y 32 kilogramos.

Salud y cuidados:

Lastimosamente, la gran popularidad de la raza ha conducido a la cría indiscriminada de pastores alemanes, con fines netamente comerciales. Esta cría indiscriminada ha tenido un impacto negativo sobre la salud de esta raza de perros. Por eso, el perro pastor alemán es propenso a algunas enfermedades hereditarias como displasia de cadera, displasia de codo, problemas digestivos, epilepsia, eczema crónico, queratitis (inflamación de la córnea) y enanismo.
Es muy importante considerar estos problemas de salud antes de adquirir un perro pastor alemán.
El pastor alemán se puede adaptar a vivir en un departamento, pero necesita mucho ejercicio y paseos largos. Este perro es un trotador y necesita ejercitar sus músculos al aire libre. Un jardín pequeño puede ayudar, pero nunca reemplaza los paseos y las sesiones de juego. La práctica de un deporte canino, como agility o schutzhund, puede ayudar a mantener la salud del perro.
El adiestramiento del perro también es importante para ayudar a desarrollar la capacidad intelectual del perro.
No es muy difícil mantener en buen estado el pelaje del pastor alemán, ya que no requiere cortes especiales. Sin embargo, esta raza pierde pelo constantemente, por lo que el cepillado diario es importante. El baño no debe ser muy frecuente porque daña la protección natural del pelo.

BULLDOG INGLES.


El Bulldog inglés es un perro de apariencia inconfundible. Robusto y bajo, tiene un aspecto feroz, aunque su carácter suele ser afectuoso.

Historia del bulldog inglés

El bulldog inglés desciende de perros que eran empleados para manejar, acorralar y atacar a toros y vacas en Gran Bretaña. Esas costumbres dieron origen a las peleas de perros con toros y otros animales grandes, pero afortunadamente ese "deporte" cruel fue prohibido ya en el siglo XIX.
Cuando se prohibieron las peleas de perros con toros, el bulldog perdió popularidad entre los ingleses y fue desapareciendo gradualmente. Algunos inmigrantes ingleses radicados en los Estados Unidos mantuvieron la raza con pocos cambios, dando origen a los ancestros del bulldog americano. Sin embargo, en Inglaterra el bulldog original fue cruzado con perros más chicos y menos agresivos, modificando su forma hasta la que tiene actualmente.

El bulldog inglés de la actualidad no es el perro agresivo capaz de lidiar con toros, sino un animal que, aunque fiero de aspecto, es de compañía. Su talla y morfología actual no le permiten hacer trabajos intensos, y su carácter afectuoso le ha ganado el puesto de mascota en miles de hogares donde es uno más de la familia.
Apariencia del bulldog inglés: Éste es un perro de complexión pesada, estatura baja y pelo corto. A primera vista se aprecia que es un animal ancho, poderoso y compacto.
La cabeza del bulldog es grande en proporción a su cuerpo y presenta arrugas sutiles tanto en la frente como en las mejillas. El stop es profundo y ancho. El cuello, grueso y fuerte, presenta abundante papada.
La cara del bulldog inglés es sin duda su característica más distintiva. Es corta y tiene un hocico ancho y romo, que se inclina hacia arriba con prognatismo evidente. En teoría esta morfología ayuda al perro a morder sin soltar la presa, pero es poco probable que así sea y, de hecho, no es una morfología común en depredadores naturales. De cualquier manera, el mito sigue vigente.
Los ojos redondos y medianos están bien separados entre sí y son muy oscuros, casi negros. No deben ser ni hundidos ni saltones. Por su parte, las orejas de inserción alta, son pequeñas, delgadas y en forma de rosa.
Los belfos del bulldog inglés cuelgan hacia los lados, pero no en la parte frontal. La nariz es ancha y de color negro. Las mandíbulas son anchas, muy fuertes y cuadradas, y la inferior se extiende delante de la superior y se voltea hacia arriba.
El cuerpo corto y de buena estructura no debe presentar tendencia a la obesidad. La región posterior es alta y fuerte, pero claramente más ligera que la región anterior que es muy robusta. El pecho es ancho, redondeado y profundo, y continúa en un abdomen retraído, nunca colgante. Las extremidades son fuertes, musculosas y robustas. Las hembras son menos desarrolladas que los machos.
La línea superior forma un arco suave, siendo el lomo más alto que la cruz. Se llama espalda de cucaracha y es típica de esta raza.
La cola, de inserción baja, es de longitud moderada a corta, redondeada, gruesa en la base y terminada en una punta fina. Generalmente el bulldog la lleva baja, y nunca la debe llevar por encima del nivel de la línea superior.
El pelo fino, corto, pegado y liso de estos perros puede ser de color sólido (todo el cuerpo de un mismo color) o tiznado (todo el cuerpo del mismo color, pero con máscara y hocico negros), atigrado, bayo, leonado, rojo, blanco o partido (blanco con combinación de los colores anteriores).
El movimiento del bulldog inglés también es muy característico. El desplazamiento es pesado, con pasos cortos y rápidos sobre la punta de los dedos. Los pies traseros apenas se levantan y pareciera que rozan el suelo.
Según el estándar de la raza "ninguna parte del cuerpo del bulldog debe tener un tamaño excesivo en relación a las otras, rompiendo así la simetría general, haciendo ver al perro deforme o interfiriendo con su capacidad de movimiento", pero esto es discutible. Aunque el bulldog inglés es un perro morfológicamente simétrico, su estructura puede ser considerada por muchos como deforme y puede perjudicar la capacidad de movimiento en cierta medida.
Un problema relativamente frecuente, derivado de la cara achatada del bulldog inglés, es la dificultad respiratoria. El exagerado acortamiento de la cara ha llevado a que muchos bulldog actuales presenten problemas respiratorios, aún cuando el estándar indica que esto es indeseable.
Por otra parte, la diferencia de masa entre hembras y machos, sumada a que la parte posterior del cuerpo es ligera mientras la delantera es pesada, dificulta la reproducción de estos perros. Suele ser necesaria la asistencia humana tanto durante el cruce como durante el parto.

Temperamento y carácter del bulldog inglés:

El bulldog es un perro determinado, fuerte, alerta, valiente y leal. Según el estándar de la raza, también debe ser un animal activo, pero los bulldog adultos suelen ser tranquilos.
Este perro demanda mucha atención y no es un animal que deba dejarse solo por períodos largos. Forma lazos intensos con su familia humana y es difícil (aunque no imposible) que cambie de dueño.
Su aspecto fiero generalmente da la impresión equivocada. Estos perros suelen tener un carácter afectuoso, calmo y tranquilo, aunque también son tenaces cuando quieren algo. Suelen ser muy pacientes con los niños y generalmente son excelentes mascotas, pero no son perros muy activos.
Por supuesto, no hay que pensar que por el sólo hecho de pertenecer a la raza, un perro va a tener todas esas características. El carácter es variable de un individuo a otro y depende mucho de las condiciones en las que el perro vive y ha vivido.
Cuando el bulldog se enoja, sin embargo, es un animal de temer. Cuando defiende su territorio, su familia o sus posesiones, es un perro bravo y capaz de causar mucho daño. Por eso, es muy importante socializarlo desde cachorro y educarlo en buenos modales y obediencia canina.
Uno de los aspectos que pueden desencadenar la agresión del bulldog es la competencia por comida y juguetes. Estos perros tienen tendencia a ser posesivos, por lo que hay que evitar que se conviertan en guardianes de recursos. El adiestramiento en obediencia y, especialmente, los ejercicios de autocontrol ayudan mucho en esto.
Por otra parte, esa característica puede ser aprovechada para hacer del bulldog inglés un buen guardián de la casa. Al no ser un ladrador compulsivo, este perro puede dar la alarma cuando realmente se necesita, y su apariencia puede disuadir a muchos. Sin embargo, su misma estructura física hace que no sea un perro de protección idóneo.
Siendo adulto, el bulldog puede ser agresivo con otros perros, especialmente si son del mismo sexo, y con otras mascotas. Sin embargo, cuando ha sido correctamente socializado, puede llevarse bien con otros perros y otras mascotas. De cualquier manera, muchos propietarios de esta raza prefieren esterilizar a sus perros para reducir la probabilidad de peleas.
El bulldog inglés aprende con facilidad cuando se lo adiestra con métodos positivos, tales como el adiestramiento con clicker. Sin embargo, cuando el adiestramiento canino se basa en técnicas tradicionales y la teoría de la dominancia, se crea mucho conflicto y el perro no responde bien. Sea cual sea el método empleado para entrenarlo, no hay que esperar que el bulldog responda con tanta prontitud a las órdenes como lo haría un perro más atlético (un boxer o un pastor belga malinois, por ejemplo).

Peso y altura:

El estándar de la raza no indica una talla predeterminada, pero el bulldog suele tener una altura a la cruz cercana a los 40 centímetros. El peso, que sí está indicado en el estándar, es de alrededor de 25 kilogramos para los machos y 23 kilogramos para las hembras.

Salud y cuidados:

Por la intensa y no bien planificada selección artificial a la que ha estado sometida, esta raza presenta muchas enfermedades hereditarias y otros problemas de salud. Entre las enfermedades que son comunes en el bulldog inglés se encuentran la displasia de cadera y de codo, la queratoconjuntivitis, los problemas respiratorios, entropión, ectropión, cataratas, paladar elongado, cola invertida, problemas de piel y torsión gástrica.
Por supuesto, también pueden presentarse otras enfermedades de perros, dependiendo del cuidado que recibe cada animal y de su genotipo particular.
El calor también es un riesgo para la salud del bulldog inglés. La cara extremadamente achatada tiene un efecto sobre las vías respiratorias del perro y dificulta la respiración cuando el bulldog se agita y, en consecuencia, cuando hace mucho calor. Es bueno que el bulldog haga ejercicio moderado para mantenerse en forma, pero el ejercicio intenso puede ser riesgoso, especialmente en climas cálidos. Por supuesto, nunca hay que dejar un bulldog u otro perro en un automóvil cerrado, por el riesgo de choque térmico.
Éste no es un perro para ejercicios intensos. No vas a ganar un campeonato de agility con tu bulldog inglés... a menos que solamente compitan perros de esta raza. Sin embargo, sí necesita paseos diarios para ejercitarse y socializar con personas y otros perros.
Por otra parte, el bulldog no es un perro para vivir en el jardín. No resiste bien las variaciones climáticas, así que debe vivir adentro de la casa. Además, su gran necesidad de compañía lo hace poco apto para vivir en el jardín. La buena noticia es que es un perro más limpio que otras razas y no es muy activo. La mala noticia es que puede ser muy baboso.
Este perro pierde pelo regularmente, por lo que hay que cepillarlo con frecuencia. Sin embargo, su pelaje es fácil de mantener. El cepillado dos o tres veces por semana suele ser suficiente. Además, hay que limpiar con un paño suave y húmedo, o una esponja suave humedecida, las arrugas y pliegues que se forman en la cara, el cuello y la cola. Luego hay que secar con un paño seco y suave.